martes, 8 de mayo de 2007

EL MURO...







Un muro sutil.
Una pared levantada,
que separa lo que hay
y lo que hay diferente
es nada.
Las carcomas siguen
trabajando.
Las polillas corroen
y abren huecos de luz
en la espesura agria
de la noche separada.
La gran potencia
quiere aplastar los rayos
y chispas que surgen
de sus alas,
pero ellas siguen oradando
porque saben que hay esperanza.
Hasta los insectos
quieren derribar muros.
Hasta los más pequeños
trabajan, incansables,
ya por el futuro.
Lo que hay de diferente
es nada. Nada.

4 comentarios:

Melba Reyes A. dijo...

Hola, Paco. Siempre estamos necesitando derribar muros desde los más tangibles como los que EU e Israel están contruyendo, el primero, en la frontera mexicana y el segundo para limitar el paso de los palestinos, hasta los más sutiles -y no tan sutiles- de marginación política, social y económica.

Lo bueno e importante es que "Hasta los insectos
quieren derribar muros.
Hasta los más pequeños
trabajan, incansables,..."

Un abrazo. Melba

Conral dijo...

Qué buen poema, Paco. Gran belleza y gran dominio para componer. (Deberías escribir a diario, ya sabes...) En cuanto al tema, creo que es muy profundo y hay dos cosas que me gustan principalmente, el que los agujeros dejen ver la esperanza y lo de que hasta el más pequeño insecto insista en conseguir derribar ese muro.
Un beso.

Anónimo dijo...

Cuando he leído tu poema, he visto dos clases de muros.
Esos que la naturaleza, muy sabia ella, ha ido creando, que armonizan tan bien con el paisaje y, que a todos nos parecen bellos.

Pero...están los otros, los construidos por los hombres, verdaderas obras de descerebrados que aún derribándolos,las heridas y los rencores de quienes los sufrieron , no podrán olvidar jamás la opresión y la falta de libertad que les produjo.
Bises mon cher ami

Eduardo dijo...

Eso que se nos presenta a diario y nos impide a seguir, que debemos trasponer y traspasar, eso nos hace grandes...los muros derribados, las barreras sondeadas, eso nos hace ser reyes de lo que vendrá.
Muy buen poema Paco y lo de los insectos me pareció maravilloso, porque la propia naturaleza es maravillosa.
Un abrazo