jueves, 28 de agosto de 2008

TIERRA SECA ...



Como la tierra seca que piso, así ha estado este espacio desde junio. Y es que a veces no brotan ni las ideas ni las ganas (aunque la pereza sí parece tener un buen terreno abonado, en fin...).
Pero pese a la aridez de la tierra, hay plantas que siguen, generosas, dando su fruto.
Mi chumbera, la que había plantado hace tres veranos, ha empezado a dar higos (chumbos). Este año han sido solo cuatro, pero seguro que en los próximos vendrán más.
Esta chumbera para mí es importante por varios motivos. Primero, porque me gustan sus frutos, dulces y frescos. Pero además, saqué el esqueje de una chumbera que hoy ya no existe, arrancada de raíz, que crecía hasta que una máquina la arrasó (posiblemente, por necesidades del guión, pero un guión escrito por manos ajenas de quien las sembró).



Por otra parte, esta mañana he estado cogiendo los frutos de mi azofaifo. Es una planta poco extendida en la actualidad, pero que a mí me trae gratos recuerdos de mi infancia, más el haber escuchado la palabra a mi familia que el haber probado sus frutos, por cierto, riquísimos, como pequeñas manzanas, dulces con un cierto sabor agrio, pero no desagradable.



En fin, volviendo al principio: hasta de la tierra más seca puede salir algún fruto.

2 comentarios:

Melba Reyes A. dijo...

"hasta de la tierra más seca puede salir algún fruto".

¡Muy cierto!

Enhorabuena por tus frutos.

Salud♥s

Anónimo dijo...

Como me gusta saber que aunque no hay huevos...Hay frutos.
Besitos.
Lucero