Esta noche, la talega que guarda lo que hay que guardar...me ha traído a la memoria horas de infancia, juegos de sombras, luces de velas...Porque se fue la luz de fuera, la que viaja por cables por las alturas de los campos. Pero seguía iluminado el recuerdo. Su luz viaja por los conductores del alma. ¡Cuántas horas tras una caja de cartón recortada, un trozo de tela como pantalla y una mano maternal que guiaba la vela mientras nos contaba historias...! ¡Cuántas noches de sombras iluminadas por el cariño de una madre! Gracias, Carmen.
3 comentarios:
Esa foto es preciosa, misteriosa, sugerente y familiar! Sigue mostrándonos tus fotos y tus pensamientos.
Gracias.
Esa vela me recuerda mi infancia.
No había luz eléctrica en mi pueblecito pero yo era muy feliz leyendo a luz de una vela. Gratos momentos de despreocupación y de viajes al mundo de Las Mil y una Noches, a la India, al Mediterráneo...
Un saludo desde Nicaragua. Melba
Una vela. Una luz que nos guía. Una ilusión en la oscuridad. Es lo que necesitamos cuando estamos perdidos, querer ver el camino que podemos seguir. A veces, tenemos que esperar que alguién nos dé su mano para poder encontrar esa ilusión. Tus fotos, tus escritos, tu comentarios...pueden ser "esta mano amiga". Mari "no sé".
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